10.04.2011 XXII Medio Maratón Ciudad de Béjar.

Un Domingo más tocaba madrugar. Aseo, desayuno y paseo corto a Boby. A las 07:00 estoy cogiendo el coche rumbo a Salamanca. Es un placer conducir a estas horas un Domingo, porque las carreteras vas despejadísimas y nada tiene que ver con el intenso tráfico de un día laboral.

Tomo la A-6 para dirigirme hasta Villacastín y de ahí coger la autopista de peaje hasta Ávila, para luego dirigirme hacía el Barco de Ávila y de ahí a Béjar. A las09:50 ya estoy en el destino. Callejeo un poco por este bonito pueblo salmantino y me dirigo hacía el centro de la ciudad, allí veo el Arco de salida, aparco y me encamino a un Bar donde me han dicho que tengo que retirar el dorsal y el chip (pagando la correspondiente fianza de 10 €uros). Me dá tiempo de dar un paseo por el centro del pueblo y tomar un café en el Hotel Colón.

A las 11:00 pistoletazo de salida para poco más de 100 corredores. Los 2´5 kilómetros los hacemos por el pueblo, dando una pequeña vuelta a sus calles, para luego encaminarnos por la antigua CV 182 en descenso hasta la zona conocida como "Los Molinos de Pichón" en el kilómetro 8'5 aproximadamente. Me he unido a un grupo de 3 corredores y veo que uno de ellos es del club de atletismo de Béjar. Hago una pregunta cuya respuesta sospecho, ¿oye, todo lo que hemos bajado, lo tenemos que subir, verdad?. Como su respuesta es afirmativa y como voy justito de fuerzas, cuando las rampas se empiezan a empinar, decido ir consevador, bebiendo agua en los avituallamientos, refrescándome en los puestos de esponjas.

Pasamos por dos pequeños pueblos, Calzada de Béjar y Navalmoral de Béjar. A partir de este último las vistas de la Sierra de Gredos y el Puerto de la Covatilla totalmente blancos por la nieve, es espectacular.

Al fondo Béjar, ahora toca una bajada, pero tras pasar el puente sobre el río "Cuerpo de Hombre" (curioso nombre ¿verdad?), el último kilómetro pica para arriba y me paro unos mentros a andar, pero un corredor que debe haber terminado ya la carrera, me empieza a dar ánimos y con pundonor consigo acabar la prueba con un tiempo de 1h51'10'', que aunque ha sido mi tercer peor registro en un medio maratón, se me antoja una buena marca, porque considero que ha sido el Mas duro de todos los que he corrido (llevo 49).

Quedé en el puesto 103 de 132 corredores, pero satisfecho por la experiencia y por haber corrido en una provincia más.

La Bolsa del corredor llena de bebidas, pastelitos, fruta, yogurt líquido, camiseta y una caja de unos dulces típicos de la zona que se llaman perronillos.

El regreso a Madrid por la A-66 hasta Plasencia y luego hacía Navalmoral de la Mata y enlace con la A-5, parando a comer un bocadillo de tortilla y una cerveza que me supo a gloria.

Chincheta verde en mi particular mapa de España para la provincia de Salamanca.